Diseñada junto a Gonzalo Milà, el banco Bruno resuelve uno de los principales desafíos del banco de exterior: encontrar el equilibrio entre la resistencia a las condiciones atmosféricas y el confort del usuario. La altura e inclinación del asiento, el ángulo del respaldo y la curva del reposabrazos buscan recoger la zona lumbar en una posición natural de descanso. Los laterales curvos dan rigidez, y la inclinación del plano de asiento y la abertura trasera permiten drenar las aguas pluviales.